Volver a Blog Implantando BIM abril 12, 2022 La metodología BIM (Building Information Modelling) ha supuesto un cambio de paradigma en el concepto de proyección y gestión de proyectos. Es un salto adelante en la evolución hacia la excelencia y la tecnificación del proceso constructivo, como el salto que, en su día, se produjo con los sistemas CAD (diseño asistido por ordenador) frente al dibujo manual a lápiz. Las ventajas de realizar proyectos integrales en BIM frente a la ingeniería tradicional radican principalmente en que disponemos de la representación geométrica precisa de todos los componentes del proyecto en un entorno digital, integrado y coherente que nos permite un mayor control de la información y su posterior explotación en las fases de mantenimiento y operación. Sin duda, los beneficios que nos aporta el BIM son múltiples: permite ahorrar costes y tiempo de ejecución, mejora la detección de interferencias y errores, mejora los procesos y permite compartir información en tiempo real entre todos los agentes que intervienen en el proyecto, se combina con otras tecnologías, permite la integración con bases de datos para su explotación en la fase de mantenimiento y operaciones, etc. BIM ha venido para quedarse y gana terreno en todos los sectores, siendo fundamental para optimizar la productividad empresarial y no perder competitividad, pero implantar la metodología BIM en nuestro sistema productivo es un gran reto y es fundamental establecer una estrategia a la medida de las necesidades de cada empresa. Pero todo empieza cuando decidimos implantarlo.